Lecturas - http://www.aciprensa.com/calendario/calendario.php?dia=27&mes=3&ano=2011
Hoy, nos encontramos en el Tercer Domingo de Cuaresma. Para los próximos tres domingos, las Lecturas siempre vendrán del Evangelio de Juan Evangelio, vendrán de la parte del Evangelio de Juan se llama "El Libro de los Signos" y el propósito de la Liturgia en estos Domingos es a preparar a los Catecúmenos de la Iglesia (los que desean entrar en la fe ) para los Sacramentos de Iniciación que recibirán durante la celebración de la Vigilia de Pascua. Por lo tanto las Lecturas de estos Domingos revelan algo importante acerca de Jesús.
Hoy en día, encontramos a Jesús a un Pozo, que nos refiere a las abuas Bautismales. Pero esta Lectura no se acaba simplemente con Jesús sentado al lado del Pozo. Hay una mujer que encuentró a Jesús allí.
La mujer que encontró a Jesús a este pozo sufrió de tres problemas. En primer lugar, ella fue una mujer y en la cultura de Medio Oriente de esa época, ser una mujer significaba que era de segunda clase. En segundo lugar, ella era una mujer samaritana. Es decir, que era de un grupo étnico que los Judíos despreciaban. Los Samaritanos fueron hermanos de los judíos. Samaria había sido la capital del Reino del Norte de Israel cuando los reinos de Israel y de Judá se habían dividido. Pero cuando este Reino del Norte de Israel había sido derrotado por los asirios, la gran parte del pueblo fue llevado como esclavos de su tierra por los asirios a otras partes. Los que se quedaron se mezclaron con los nuevos colonos que los asirios han puesto en su tierra después. El resultado fue que los judios de la época no consideraban a los samaritanos como israelitas de sangre pura y considaraban que la religión de los samaritaons era heterodoxa (diferente) en algunos aspectos de la fe. (Noten bien que en el Evangelio, la mujer samaritana le pide a Jesús donde es el lugar correcto para adorar a Dios en la montaa donde los samaritanos adoraban Dios o en Jerusalén como los Judios). Por último, la mujer era también una mujer en cierta manera caída, es decir, que había estado casada cinco veces y vivía ahora con un sexto hombre. (Es curioso que si un varón que tenía cinco novias, sería una especie de héroe, pero aun hoy en día, si una mujer ha pasado con cinco novios, normalmente es considerada como una mujer de mala reputación ...)
Pues, esta es la mujer que Jesús encontró al pozo.
Ahora es importante a entender la hora del día en que Jesús encontró a ella. Tenemos que apreciar un poco del clima y salir por un tiempo fuera de Chicago, que está experimentando ahora solo el principio de la primavera (recordando que ayer hacía solo 34 F o 1 C).
En cambio Israel tiene un clima caliente y del desierto y cuando Jesús encontró a esta mujer fue el Mediodía. La mayor parte de la actividad en el aldea donde todo eso se llevó a cabo habia pasado durante la maana cuando no hacia tan mucho el sol. Mas o menos todo el mundo, fue ahora en casa a causa del sol.
Pues esta mujer samaritana escogió un tiempo muy extrao para al pozo para recoger su agua, y debemos pensar que ella escogió este tiempo para evitar la gente de su aldea. ¿Por qué? Se debe razonar que ella fue al pozo a esta hora porque fue una mujer de mala reputación y si saliera antes, pudiera encontrar gente con quienes tenía dificuldades. Pues, mejor ir a una hora cuando nadie pasaba afuera.Pero en este día y en esta hora "escondida," cuando llegó al pozo, ella encontró a Jesús allí. Y Jesús empezó a platicar con ella. Jesús no la castigó pero por lo que él le dijo, fue claro que entendía muy bien "la problemática" (y los pecados) de la vida de ella. Pues, ella empezó a entender que Jesús fue alguien especial, un profeta y mas. Y porque él la trató con respecto, ella se acercó a él y a causa de esta conversación, ELLA llegó a ser la persona que presentó a Jesús a los demás de su aldea.
Nosotros mismos podemos conocer a la gente que se comportan como la mujer samaritana en el Evangelio de hoy. Habiendo fracasado en una forma u otra en la vida, o habiendo llegado a ser un escandalo en la comunidad, se han retirado de la vida de la comunidad. Quizás a veces nos mismos podemos sentirnos de así. Y quizás hay aspectos de nuestra vida que realmente no compartimos con nadie. Bueno, el Evangelio de hoy nos dice que aun en medio de ese miedo o la vergüenza nuestra, Jesús puede presentarse a nosotros, y no para castigarnos, sino para salvarnos, reconciliarnos a la comunidad.
Esa mujer samaritana convertió todo el pueblo a Jesús, porque ella tomó el riesgo de hablar con Jesús, que ya estaba esperando a que ella, en ese bien.
¿Estamos capaces a creer que Dios puede convertir aun los aspectos más dificiles de nuestras vidas en algo positivo?, y que esto puede convertirse en una fuente de la evangelización, para traer a otros a Dios que anteriormente fueron olvidados (o por miedo o por varias otras razones vivian anteriormente "en las sombras"?
Es increíble de verdad, que en el curso de una conversación con Jesús a este Pozo esta mujer caída que anteriormente vivía en mideo se convirtió, de hecho, y llegó a ser el Evangelista para toda la ciudad. ¿Podría ser esto posible con nosotros?
Y consideren simplemente la alternativa - ella podía continuar vivir "escondida" "en las sombras." Llegando al pozo viendo sentado Jesús allí, ella podía simplemente llenar su jarra con agua sin decir una palabra y volver a su casa. Todo esto podría haber sido una gran oportunidad perdida.
De hecho, un ejemplo de "una gran oportunidad perdida" se encuentra al fondo de la Primera Lectura de hoy: Cuando los israelitas salieron de Egipto en el Éxodo, enviaron espías para investigar a la Tierra Prometida. Ellos volvieron con un informe que asustó a la gente - Sí, la tierra era hermosa, pero los cananitas que ya vivían allí eran bien armados y poderosos. Sólo dos de los espías que Israel había enviado a la hora de salida de la tierra - Josué (que la mayoría de nosotros sabemos) y Caleb (que la mayoría de nosotros nos olvidamos) - recomendó que el pueblo de Israel salir del Desierto inmediatamente para tomar posesión de la Tierra Prometida. El resto tenía miedo.
Como resultado, el pueblo de Israel tuvo que vagar por el Desierto para 40 aos (una generación), antes de la nueva generación fue permitida por Dios para entrar en la Tierra Prometida. Es verdad que Dios proveyó para ellos, como escuchamos hoy. Se les proporcionó agua. También les proporcionó comida. Pero ellos fueron condenados a vagar por el Desierto para el resto de su vida, preguntándose "¿como podia ser nuestra vida, si ...?"
La Cuaresma danos una oportunidad anual a arreglar las cosas que debemos arreglar en nuestras vidas, las partes de nuestras vidas que tal vez no queremos mostrar a nadie. Y no debemos mostrar estos aspectos a mucha gente, pero ellos muestran a Dios. Dios ya conoce estos problemas de la nuestra de todos modos. Vayan a la confesión, obtengan e la absolución, y tal vez estes problemas profundos y oscuros podrían ser convertido en fuentes de nuevas fuerzas no sólo para nosotros mismos, sino incluso para toda la comunidad. Como la mujer samaritana, nosotros mismos podremos llegar a ser Evangelistas para Dios.
Hoy hemos escuchado (en la Primera Lectura) la alternativa también ... podemos seguir "vagar en el Desierto" por un tiempo muy, muy largo. Pues, que usemos este Tiempo de Cuaresma para resolver los problemas que tenemos que confrontar para que celebremos bien la Pascua se acerca y que podamos después entrar dignamente la Tierra Prometida que nos espera al fin de nuestras vidas! Amen.
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